COMPRUEBA POR QUÉ JESÚS ES EL VERBO

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COMPRUEBA POR QUÉ JESÚS ES EL VERBO

Job 38:1-20;

Juan 1:1-5.

 

   INTRODUCCIÓN: En Juan 20:31, el apóstol Juan explica que todo lo que ha relatado e interpretado a través de todos los 20 capítulos anteriores era: “éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31); entonces, desde el que él escribe las primeras palabras de su libro, Juan tenía en mente este objetivo.  Esto quiere decir, que las palabras que dicen: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1), son palabras que apuntan al objetivo de este apóstol.  La palabra clave de este versículo es la palabra “Verbo”, que se repite 3 veces, que en el contexto que se menciona no debe entenderse en sentido gramatical como si se tratara de una palabra infinitiva de esas que terminan en: “ar”, “er” o “ir”, sino que se refiere a una persona que tiene naturaleza divina, y relación con “la palabra” que procede de Dios, y que se trata nada menos que de Jesús el Hijo de Dios.

   La palabra que Juan usó en idioma griego que en nuestras biblias se traduce como “Verbo”, es λόγος (LOGOS), una palabra que era ampliamente conocida no solamente en la filosofía griega, sino también en el pensamiento judío desde varios siglos antes de Jesús, y que era usado en los tiempos de Jesús y en los tiempos apostólicos.  En el pensamiento original griego, el λόγος (LOGOS), era como algo que une al Dios trascendental con el universo de las cosas materiales, lo cual sugiere la idea de la existencia un mediador entre Dios y la humanidad. Es por eso que Juan en el mismo capítulo 1, capítulo introductorio de su libro, luego de presentar a el λόγος (LOGOS) con una interpretación basada en las Sagradas Escrituras hebreas, inmediatamente presenta a Jesús como el que “habitó entre nosotros” (cf. Juan 1:14), y luego como la escalera por medio de quien “los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre” (Juan 1:51b).  Así que el λόγος (LOGOS) de Juan tiene que ver con la conexión entre el único Dios vivo y verdadero con la humanidad, y esto mediante la persona mediadora de Jesús.  Y en esta conexión, más allá de la filosofía griega, “el Verbo”, de acuerdo con la revelación de Dios, es “palabra”, es “Dios”, “es mediador”, “es eterno”, y “es vida”, etc…

   De manera específica, lo que voy a predicarles en este mensaje, es que: Jesús es el Verbo de Dios por RAZONES propiamente divinas. / ¿Cuáles son estas RAZONES propiamente divinas, por las que Jesús es el Verbo de Dios?  / Basado en los versículos de Juan 1:1-5 de nuestra lectura bíblica, y con el apoyo de otros versículos, les compartiré acerca de tres RAZONES propiamente divinas.

 

   La primera RAZÓN propiamente divina, por la que Jesús es “el Verbo” de Dios, es:

I.- PORQUE JESÚS ES LA PALABRA CREADORA.

   Comenzando con la primera frase del versículo 1, donde el apóstol Juan dice: “en el principio era el Verbo” (Juan 1:1a), lo que está haciendo, es referirse al momento de la creación cuando “el Verbo”, o sea, !a palabra hablada de Dios, salía de la boca de Dios pronunciando: “Sea la luz” (Génesis 1:3).  Es a esto que el apóstol Juan se refiere cuando en 1:5 dice que: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Juan 1:5).  Dios sigue hablando diciendo: “Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas” (Génesis 1:6); “Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco” (Génesis 1:9); “Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra” (Génesis 1:11); Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, / y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra” (Génesis 1:14-15); Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos” (Génesis 1:20); “Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie” (Génesis 1:24); y todo lo que él decía, inmediata, poderosa, y obedientemente todo surgía de la nada.  Es a este agente poderoso de su palabra que Juan le llama “el Verbo”, o “la palabra”, o el λόγος (LOGOS).

  Inmediatamente San Juan interpreta que es por este “Verbo”, o “λόγος (LOGOS), que “todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3).  San Juan estaba presentando a Jesús como “el Verbo”, para identificarle como el mismo Creador de “todas las cosas”.   “El Verbo”, según Juan era el Jesús que recientemente había estado presente en la tierra allá en Palestina, viviendo entre los galileos, los samaritanos, los judíos, etc… que hace un tiempo había sido crucificado entre ellos por causa directa de ellos, y que también había resucitado, y que luego había subido al cielo.  Con esta descripción estaba informando a sus lectores que Jesús no fue solo un hombre común y ordinario, sino que al mismo tiempo que era hombre era el mismo Divino Creador quien se encontraba unido a la naturaleza humana que él tomó por medio de María.  Él es el λόγος (LOGOS) o la palabra que crea.   Es por eso que el apóstol Pablo, en muchas porciones de sus epístolas presenta a Jesús como el Creador, que no creó cuando hubo nacido aquí en la tierra, sino que fue Creador desde el principio, pues como ejemplo de esto, les escribió a los romanos acerca de Jesús, diciéndoles: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas” (Romanos 11:36a).  Esto es así, porque Jesús es el que “En el principio era el Verbo” (Juan 1:1a), el λόγος (LOGOS) Creador.

 

   La segunda RAZÓN propiamente divina, por la que Jesús es “el Verbo” de Dios, es:

II.- PORQUE JESÚS ES LA PALABRA QUE SALIÓ DE DIOS.

   La palabra griega λόγος (LOGOS) que, aunque no recoge necesariamente ideas del idioma hebreo en el que desde siglos antes fue escrito el Antiguo Testamento, el concepto que Juan quiere comunicar en griego, si existe en las Sagradas Escrituras hebreas.  Es por eso que cuando posteriormente se hacen traducciones (no del hebreo al griego, sino) del griego al hebreo, la palabra λόγος, se traduce como:  דבר  (Davar)[1], palabra que proviene de la palabra hebrea: LEDAVER que significa “hablar”, indicando que λόγος tiene relación con “la palabra”; en este caso, “la palabra de Dios”.  En las traducciones en inglés, por ejemplo, es más clara la traducción, pues la palabra griega λόγος (LOGOS), se traduce como WORD, diciendo: “In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God” (Juan 1:1, NKJV), y todo mundo que entiende esta palabra WORD sabe que significa: PALABRA.

   El profeta Isaías, nos comparte una explicación de Dios mismo con respecto a su palabra cuando Él habla.  Según Isaías, Dios explicó: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come. Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:10–11).  Y Juan, cuando se refiere a el λόγος (LOGOS), está diciendo, PRIMERO, que Jesús es la palabra que salió de Dios, y si salió de Dios, es porque es parte de la naturaleza de Dios.  Juan mismo nos narra más adelante que Jesús mismo habló de haber salido de Dios, que es el concepto expresado con la palabra λόγος (LOGOS).  A un grupo de judíos que solo le demostraban odio hacia él, les dijo: “Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió” (Juan 8:42).  Es por eso que, en la última de las tres frases del versículo 1, Juan afirma: “…y el verbo era Dios” (Juan 1:1c), pues Jesús, antes de salir de Dios, “era” Dios, y aun salido de Dios, no es otra cosa sino “la palabra” salida de Dios, que se encarnó en un ser humano.

   La ocasión en la que Jesús tuvo su última cena de Pascua con sus discípulos, nos narra el mismo San Juan que Jesús tomó en cuenta su origen, pues dice de él que antes de lavar los pies de sus discípulos, recordó “que había salido de Dios, y (que:) a Dios iba” (Juan 13:3).  Este es el concepto acerca de que Jesús era el λόγος (LOGOS), y que Jesús mismo estaba consciente de ello, pues él mismo sabía, aceptaba y afirmaba de esta manera que él era el λόγος (LOGOS).  En la ocasión cuando Jesús les explicó a sus discípulos acerca de su origen, diciéndoles: Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. / Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría dices. / Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte” (Juan 16:28-30a); En ese momento, sus discípulos le confesaron lo siguiente: “por esto creemos que has salido de Dios” (Juan 16:30b).

   Amados hermanos, en concordancia con lo que Juan dijo que su propósito al escribir su libro acerca del evangelio de Jesucristo fue para que creáis que Jesús es el Cristo” (Juan 20:31), nos toca ahora a nosotros los lectores y escuchas de la lectura y predicación de su libro, responder con fe en que Jesús es “salido de Dios”, que él es: “… aquel Verbo (que) fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14a).

 

   La tercera RAZÓN propiamente divina, por la que Jesús es “el Verbo” de Dios, es:

III.- PORQUE JESÚS ES DIOS ETERNO.

   El apóstol Juan, en la segunda frase del versículo 1, al presentar a Jesús como “el Verbo”, o el λόγος (LOGOS), dice que: “el λόγος (LOGOS) o “el Verbo”, era con Dios” (Juan 1:1b).  Pareciera que no está afirmando que Jesús es Dios, o que no está afirmando que “el Verbo” es Dios, aunque finalmente esto sí ocurre en la tercera frase cuando dice: “Y el Verbo era Dios”.   Así que no hay problema con entender que “el Verbo”, o el λόγος (LOGOS) es Dios.

   Como previamente Juan ha dicho en la primera frase que “en el principio era el λόγος (LOGOS)” (Juan 1:1a), si con la frase “en el principio” se refiere al tiempo de la creación, entonces, en la segunda frase cuando dice que “el Verbo era con Dios” (Juan 1:1b) se está refiriendo a su existencia antes del tiempo de la creación; entonces, tiene que tratarse de la eternidad.  Entonces, a partir de la segunda frase que enfatiza que “el Verbo era con Dios” (Juan 1:1b), está diciendo que Jesús es el λόγος (LOGOS) eterno.  Con esta expresión Juan está describiendo el estado pre-encarnado de Jesús, en el que existía en la eternidad.

   Reforzando este concepto de la eternidad del λόγος (LOGOS), San Juan relata un episodio del ministerio de Jesús, cuando a unos judíos les mencionó lo siguiente: Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. / Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? / Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:56-58).  Jesús vivió como 2000 años antes de Abraham, y el afirmó que antes de Abraham, o sea, que más de 2000 años antes él ya era o existía.  Aunque 2000 y mucho antes de Abraham, no indica una cifra eterna, porque la eternidad no puede ser descrita con números, lo que Jesús está diciendo realmente es que él existía aun antes de la creación de todo, pues todo aquel que le escuchaba y que conocía los relatos de Moisés acerca de la edad longeva de los primeros habitantes de la tierra, ninguno vivió ni siquiera mil años.  Entonces, las palabras de Jesús, estaba expresado en otro nivel de existencia que tiene que ver con la eternidad.  Y se preexistía antes de Abraham, y antes de su nacimiento como Jesús, entonces, él era sin duda “el Verbo”, la palabra eterna que se había hecho hombre para revelar la palabra de Dios que la gente necesitaba escuchar para el conocimiento de la salvación de la condenación eterna.

   Finalmente, el apóstol Juan en su libro desarrolla su teología escritural acerca de “el Verbo” o el λόγος (LOGOS), presentando a Jesús como mucho más que el principio mediador según la filosofía griega.  Para él, Jesús era una persona que desde antes habiendo sido Dios en la eternidad, siguió siendo completamente Dios aquí en el tiempo y en la tierra al mismo tiempo que también completamente hombre.  Jesús era “el Verbo” de Dios, el λόγος (LOGOS) de Dios, superior al λόγος (LOGOS) griego y filosófico.  Por eso cuando Jesús responde a la petición de su discípulo Felipe quien le pidió: “Señor, muéstranos el Padre, y nos basta” (Juan 14:8), “Jesús le dijo; ¿Tanto tiempo he estado con vosotros y todavía no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’?” (Juan 14:9).  “El Verbo”, más que la sola personificación de “la palabra”, era también nada menos que la personificación de Dios mismo, que por naturaleza es eterno.

 

   La cuarta RAZÓN propiamente divina, por la que Jesús es “el Verbo” de Dios, es:

IV.- PORQUE JESÚS ES LA VIDA.

   Ahora, conectando el versículo 1 con el versículo 4, San Juan dice de “el Verbo” o λόγος (LOGOS), que: “en él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4). Todo aquello que tiene vida, debe su vida al “Verbo”, ya sea un animal, una planta, y hasta el ser humano.  Su vida se comunicaba no solamente por “la palabra”, sino también por la comunicación de su aliento de vida, por eso en el Génesis también leemos que cuando Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7).  Este “aliento de vida” que Dios sopló es verdad que es parte de la acción del Espíritu Santo para dar vida, pero recordemos que el Espíritu Santo procede tanto del Padre como del Hijo, así que, aunque fuese el Espíritu Santo quien proporcionó su soplo de “aliento de vida”, la procedencia de este soplo tuvo su origen en el λόγος (LOGOS), porque es en él, en quien “estaba la vida” (Juan 1:3).

 Anteriormente Juan había dicho acerca de “el Verbo”, que: todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3).  Esto pone a Jesús en calidad de Creador, pero, ahora le presenta como la entidad divina en quien “estaba la vida” (v. 4), y esto, antes de que hubiese vida en el universo y en la tierra en particular, colocándole así en una posición de vida eterna (antes del tiempo y de la vida).

   Amados hermanos, en concordancia con lo que Juan dijo que su propósito al escribir su libro acerca del evangelio de Jesucristo fue para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios”, (pero añade lo siguiente que es importante:) “y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31), debemos saber todos los que ahora creemos “que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios”, que por él, ahora tenemos VIDA.  No solamente la vida como “aliento de vida”, sino vida espiritual que sostiene fuerte a nuestra alma.  Es lo que el apóstol Pablo les explicó a los Efesios cuando les escribió diciendo: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, / en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, / entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. / Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, / aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), / y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, / para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (Efesios 2:1-7).  Por el pecado solamente nos ganamos la muerte en todos los sentidos, pero por Cristo el λόγος (LOGOS), obtenemos gratuitamente la vida abundante y eterna, porque en él “estaba la vida”.

 

   CONCLUSIÓN: Amados hermanos, Jesús es el λόγος (LOGOS) de Dios, “el Verbo” de Dios, que es “la palabra” y más que palabra, pues esencialmente es “Dios”. Como dijera el apóstol a Timoteo, con respecto al misterio de la piedad, que más bien se refiere a Jesús a quien describe cuando dice: “Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria” (1 Timoteo 3:16).  Este es el verdadero λόγος (LOGOS) divino.

   Usted es responsable de creer en él, pero a cambio, usted recibirá vida eterna por creer en él.  No se retire usted de este lugar sin creer en él, y sin llevarse el don de su vida.

 

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[1] https://www.biblegateway.com/passage/?search=%D7%94%D7%91%D7%A9%D7%95%D7%A8%D7%94+%D7%A2%D7%9C-%D7%A4%D7%99+%D7%99%D7%95%D7%97%D7%A0%D7%9F+1%3A1&version=HHH

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El Pbro. Diego Teh Reyes, es Licenciado en Teología y Servicio Social; Maestro en Estudios Teológicos; y Doctorante en Ministerio; y actualmente es Ministro de la Palabra y los Sacramentos como pastor de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México "PENIEL", de la ciudad de Mérida, Yucatán.

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